Él te sostiene
Ha sido de las experiencias más fuertes y reveladoras que he vivido… Cuando no había solución, ninguna salida e iba a perderlo todo, Guruji mismo intervino en la situación y me rescató. Convirtió ese caos en una oportunidad de interiormente entregarme completamente a Él y transformó mi vida en ese momento…
La multiplicación de los cristales del tilak.
¡Tuvo que haber sido Él!, Solo eran 6, todavía no estaban cosidos, solo los sobrepuse para ver cómo quedaban. Se triplicaron, estaba un poco en shock, temblando y llorando.
Está en mí.
Mi hermano solía preguntarme, ¿Que buscás? Ahora, después de recorrer varios caminos, siento que finalmente he llegado a casa, he encontrado a mi amado Guruji.
Volar con Dios.
Simplemente comprendí (por si hasta entonces no lo había hecho) que ¡jamás viajé sola!, que Guruji ¡siempre estuvo ahí!, y que me lo tuvo que decir tan abiertamente, casi como gritándome: “¡Tonta!, todavía no te das cuenta de que estoy acá, junto a vos, ¡todo el tiempo!”
Cada espacio se llenó de amor.
Guruji estaba frente a mí, nuestras miradas se encontraban y el ambiente se llenaba de un amor y una calidez jamás vivida. Esa noche, experimenté el amor por lo divino, esa noche, abracé a Guruji y a este camino.
El maestro siempre viene a buscar a sus devotos.
Durante una sesión, a través de ella, como un holograma, apareció Yogananda, se veía nítido sobre mi maestra, y dijo: “Llego la hora de que te pongas al servicio” no tenía ni idea que era servicio. Durante 24 años había estado sólo intentando sentirme bien en vano, nada daba resultado, así que había una gran brecha entre los demás y yo.
Sé libre, como ellos.
“No sé bien lo que ocurrió pero si tengo certeza absoluta de haber dejado de luchar por un instante, me entregué aunque fuera por un momento… y entonces escuché su voz…”
Estaré a tu lado.
Durante el sueño, escucho la voz de un hombre, me despierto de inmediato y veo claramente los dos faroles que lleva por ojos Paramahamsa Vishwananda, y con Su timbre de voz, pero en español me dijo…..
Un ramo de rosas.
… No sé exactamente qué fue lo que sucedió en ese instante, pero será una sensación que guardaré en mi corazón para siempre, pues pude sentir una oleada de electricidad que invadía todo mi cuerpo, como si una llama me tomara y me envolviera en una fogata intensa. Se podía percibir la dicha eterna en esa caudal de energía, simplemente era un volcán de amor que me quemaba, y al mismo tiempo abrazaba con su ternura.
Todo va estar bien.
En un instante de silencio mi mente dejo de divagar, fue como si el tiempo se detuviera, y empezara a proyectarse una película, y allí estaba guruji vestido de blanco recibiéndome con los brazos abiertos en un paisaje increíblemente hermoso, me abraza y me dice “recuerdas…
Estoy en todos lados
“Estoy en todos lados, me dijo. Incluso en el infierno, Argentina no es el infierno, y sonrió”
La Excusa de la Puerta.
En ese momento supe que todo había sido una excusa, los Swamis, la espera y la puerta, todo esto solo para poder tener unos segundos en privado con él y tener la oportunidad de recibir su bendición.
Viviendo con un Ser iluminado
A veces cuando escuchaba de maestros / guías espirituales, siempre pensé que se referían a personas serenas, que de forma calma, apacible y meditativa te dan consejos zen, te ensenaban a apreciar cada momento, siempre imagine que en apariencia son seres que desde un lugar “centrado” enseñan al “descentrado” a centrarse. Bueno, nada que ver.
El Amor es la causa, el camino y el fin.
La nena se desvaneció por un minuto y luego volvió en sí, y cuando esto terminó Guruji dijo “Ok, ahora todo va a estar bien”, y la nena se paró y a partir de ese momento empezó a correr por todo el ashram por algunas horas sin poder parar.