Mi nombre es Dayanidhi Das, en febrero del 2020 tuve la posibilidad de visitar Shree Peetha Nilaya (Hogar de la Madre Divina) junto a mi esposa, Lorena. Todo comenzó con un viaje fallido a China y algunos problemas de salud un tanto críticos.
Meses antes había charlado con un viejo amigo (Aditya) contándole de algunos problemas de salud, y nos sugirió visitar el ashram. En ese momento, con los pasajes a China en mano resultaba imposible, pero sin duda esa charla sembró la semilla que nos acercó a SPN.
Ya en Febrero nuestros planes de visitar China se habían esfumado con la pandemia, y cambiamos nuestro vuelo original con destino a China por otro con destino a Ámsterdam. Pronto nos dimos cuenta de la cercanía entre Ámsterdam y SPN, y se nos encendió una llamita que nos guió hasta el ashram.
Nuestra estadía fue bastante fugaz, tan solo dos días, pero no por ello fue menos intensa.
La llegada a SPN fue en medio de la noche, nos habían advertido que nuestra visita iba a coincidir con el final de Shivaratri y esperábamos encontrar bastante gente, pero la realidad supero ampliamente las expectativas. ¡El ashram era una fiesta! ¡Cientos de personas por aquí y por allá!.
El cansancio acumulado, luego de 13hs de vuelo y 6hs de ruta, desaparecieron al instante invadidos por los colores y los estímulos que recibíamos desde todos los frentes. Poco tiempo había transcurrido desde la llegada, cuando a los apurones nos precipitamos al Templo para ver a Guruji en la ceremonia de entrega de los lingams. ¡Toda una experiencia!
Los dos días trascurrieron cual montaña rusa, asistiendo a las plegarias matutinas, caminando por el bosque, disfrutando de los cantos y animándonos tímidamente a bailar en el templo junto a muchos otros devotos. Mientras tanto una constante se mantenía en el aire: el amor y la devoción hacia Dios y Guruji.
Pasados los dos días, emprendimos nuestro viaje de regreso hacían Ámsterdam donde continuarían nuestras vacaciones, nos llevamos de SPN montones de experiencias y sentimientos encontrados.
Ya de regreso en Bs As. Nos pusimos en contacto con Bhakti Marga Argentina. Empezamos asistiendo a algunas meditaciones y charlas, y al poco tiempo se convirtieron en parte de nuestra vida. Mientras tanto, dentro de mí, una misma constante resonaba… cómo hacer para que el amor crezca, al menos en forma de una pequeña chispa. Tanto estaba presente ese sentimiento que pronto lo incluí en mis incipientes charlas con Guruji.
Una noche, sin previo aviso, Guruji se presentó en mis sueños para regalarme una de las sensaciones más profundas y plenas que pueda recordar. En el sueño, Guruji estaba frente a mí, nuestras miradas se encontraban y el ambiente se llenaba de un amor y una calidez jamás vivida. Esa noche, experimente el amor por lo divino, esa noche, abracé a Guruji y a este camino.
¡Jai Gurudev!.
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