Jai Gurudev mi nombre es Sarvadbhuta Das. El 1 de enero del 2020 siempre ha sido un día de sentimientos encontrados en mi vida. La principal razón es que es mi cumpleaños y por lo general las personas que me rodean están o muy cansadas o de viaje.

Este año ha sido muy diferente, no porque las personas que han estado conmigo no hayan estado cansadas, todo lo contrario, es porque a pesar de tener muchas cosas por hacer, tomaron un momento de su seva para acompañarme. Me sentí en casa y aprecié cada segundo. Gracias a todos por este hermoso día. Pero la historia no acaba aquí…

El 30 por la mañana revisé mis turnos de seva y me di cuenta que tenía 3 turnos el día 31, el primero desde las 7 am y el último terminaba pasada la media noche.

En ese momento me negué a hacer mi seva, quise cambiarlo lo antes posible, no quería pasar la media noche en un turno. Durante el día estaba pensando, porqué me tocó esto justo cuando quería recibir el año viendo los fuegos artificiales, orando en el templo o bailando en la carpa.

Decidí regresar a casa, comer mucho y dormir al menos una hora. Cuando desperté pensé, bueno esto debe tener una enseñanza, veamos qué pasa. Empecé por aceptar lo que tenía que hacer. Luego el pensamiento mejoró un poco y dije: “Qué mejor regalo que iniciar el año en servicio”, es por esto que estoy aquí. Y el último pensamiento fue “voy ofrecer mi servicio y lo haré de la mejor manera”, así fue que mágicamente el turno cambió, ya no tenía que terminar a la 1 am, si no a media noche. Podía ir donde quería unos minutos antes. Así que llegó la media noche, cumplí con mi seva, pasé un excelente año nuevo, vi los fuegos artificiales y bailé en la carpa y la pasé muy bien. Solo faltaba algo, la bendición de Guruji. Pasó la noche y fui a dormir, durante el día estaba pensando “quiero su bendición por mi cumpleaños”, pero no quiero interrumpirlo. Así que pasó el día, disfrute de las oraciones en el templo, la reunión con el equipo y por la noche hice el arati.

Pensé  “bueno es  todo”, voy a pedirle a un Swami que me de mi bendición de cumpleaños, en ese momento lo pierdo de vista y al buscarlo lo encuentro haciendo un Satsang en el light hall. Esperé un poco y pensé, ya es tarde mejor le digo a este otro Swami que me dé la bendición y su respuesta fue, “tienes flores, las necesitas para la bendición”. En ese momento fui a preguntar por flores y me dijeron que espere a otro Swami que las traía, pero debía esperar. Durante esa espera ya siendo casi las 10:30 pm, Guruji entra por la puerta principal, habla con algunas personas y se dirige al Krishna Longe. Oh sorpresa, la puerta estaba con llave, en ese momento el pide que abran la puerta y yo salgo corriendo a abrirle. Él entra, prende la luz, se da una vuelta, como si estuviera buscando algo. Entonces pensé es ahora o nunca. Le pedí su bendición y después de reírnos un rato por un comentario sobre la fecha tan poco común me dio su bendición. Cuando terminó dijo: “¿Qué estaba haciendo aquí? Bueno ya no importa” y se fue del salón.

En ese momento supe que todo había sido una excusa, los Swamis, la espera y la puerta, todo esto solo para poder tener unos segundos en privado con él y tener la oportunidad de recibir su bendición.